CATEDRA
No puedo definir de otra manera el recital que la noche del viernes 9 de abril nos ofreció Porcupine Tree. Alguna vez Robert Fripp (King Crimson) dijo; “mi intención es demostrar que se puede hacer rock manteniendo cierto nivel de inteligencia”, y bajo esta sentencia Steven Wilson demuestra que es uno de los mas avanzados sucesores del maestro Fripp.
Con puntualidad inglesa, que agarro de sorpresa a mas de una mexicano, el cuarteto del Reino Unido (que en vivo se convierte en quinteto), anuncio que muy seguramente queríamos escucharles temas clásicos, pero que esa noche ellos la tenían reservada para deleitarnos con el álbum que traen bajo el brazo “The Incident” y fue asi que tocaron los 55 minutos de incidentes del disco 1 de esta producción, donde obviamente resalto Time Flies, tema de casi 12 mins, el cual han editado en una versión mas corta para que haga las veces de sencillo.
Una pantalla detrás de ellos jugando con imágenes y videos para reforzar los temas, un juego de luces bastante bueno, pero obviamente nada va a sobresalir mas que la música, porque todos y cada uno de los integrantes son bastante dotados para acompañar al maestro Wilson en esos viajes musicales. La sincronía entre lo que tocaban y los videos que proyectaban fue impresionante. El audio no se quedo atras, sonó tan fiel y fino como la banda lo demando, sin duda esa noche el Escencia vivio el mejor concierto en su historia.
Fue asi que después de tocar la bella balada “I Dirve to Hearse” la banda hizo un break y prometió regresar después de 10 mins, compromiso que quedo pactado con un temporizador en la pantalla. Retornaron con un tema del Deadwing “the start of somethig beautiful” , y vaya que fue el inicio de algo realmente bello, ya que nos deleitaron la con la primer mitad de Russia on Ice, canción que seguramente a nadie le paso por la cabeza que esa noche iba a escuchar. La sutileza de Richard Barbieri en las teclas engalanaron magistralmente a este tema. La armonía fue rota de manera abrupta al entregarnos la 2 parte de “Anesthetize” , qué poder!!!, los riffs de Wilson y el eterno invitado Weshley erizaban la piel al aproximado millar de asistenes, mientras la destreza de Gavin Harrison en la batería puso a sacudir la melena a mas de uno.
De nuevo la armonía invadio el recinto con el clásico Lazarus, para volver a su anterior placa Fear of a blank planet y regalarnos Way out of here, donde la catedra corrió por cuenta de Colin Edwin, que manera de tratar el bajo como si fuese una guitarra. Se vino otra “rarencia” en el set, Normal, tema de su EP Nil Recurring, mas de un despistado creyo que era alguna versión alterna a Sentimental, ya que usa los mismos coros que esta.
Trataron de cerrar la velada con el potente Blackest Eyes, pero el encoré era obligado, un encoré que nadie de los ahí reunidos hubiera tenido problemas que durara 2 horas mas. Asi que siguieron con la línea del Deadwing y dos de sus mejores temas; Sound of Muzak y Trains, canción obligada para terminar las mas de dos horas de cátedra impartidas por uno de los músicos mas honestos que tiene el rock actual, Steven Wilson.
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